Miedos nocturnos en perros
El miedo es una reacción emocional saludable para los perros y en general para todas las especies, incluida la humana, ya que temerle a una situación potencialmente peligrosa es uno de los pilares de la supervivencia, pero cuando la reacción temerosa es excesiva pasa a ser contraproducente y pasa de ser una conducta adaptativa y beneficiosa a una alteración del comportamiento perjudicial para el animal y molesta para su propietario.
¿El miedo es sinónimo de fobia?
No. El término fobia puede ser definido como una reacción de intenso miedo, la cual está fuera de proporción con respecto a la intensidad de la amenaza real del estímulo que la dispara. En los caninos, los principales problemas de conducta que se presentan con relación a este tema, son las fobias a las tormentas, a los estruendos, a la gente, a otros animales, etc.
En todos los casos, el animal queda inmerso en un estado de gran ansiedad y ese desarreglo emocional lo lleva a exhibir conductas anómalas, tales como la destrucción de objetos, eliminación inapropiada, vocalización, intentos furiosos de escape y en muchos casos agresión tanto hacia él mismo (automutilación) como hacia terceros.
Miedos nocturnos ppm dicho
Un tipo de temor, miedo o incluso fobia de no muy frecuente aparición en los caninos domésticos de compañía es el miedo nocturno. No es de presentación frecuente debido a que muchos propietarios no lo registran pues en la noche generalmente duermen y no perciben el comportamiento de su amigo canino.
A lo sumo pueden en ocasiones ver las consecuencias como por ejemplo, sillas fuera de su lugar, almohadones desparramados e incluso alguna charco de orina por lo cual hasta se lo regaña al animal por no haberse podido aguantar las ganas, lo cual incrementa la posibilidad de que a la noche posterior el accidente se vuelva a producir.
El dato más importante a analizar es la edad de aparición del problema, ya que normalmente, los miedos nocturnos se presentan en animales gerontes. Perros que nunca presentaron ese problema, en un momento de sus vidas comienzan a hacerlo. Si su compañero humano no presta la debida atención, la conducta de su perro lo altera y lo angustia por no entender el porqué.
La respuesta es que el animal se ha hecho viejo y han comenzado las disfunciones sensoriales, generalmente aparecen cataratas incipientes, el animal también comienza a escuchar menos, siente dolores al incorporarse luego de haber estado acostado algunas horas y todo eso lo hace estar más inseguro y angustiado.
Los objetos que durante el día con buena luz son claramente reconocibles y familiares, a la noche y en penumbras ya no lo son tanto y, según la personalidad del animal en cuestión, eso le comienza a generar ansiedad y posteriormente miedo.
Otro posible origen de esta conducta miedosa nocturna puede estar asociada a haber experimentado algún hecho que haya sido traumático para el animal. No hace falta que haya sido un hecho grave como intrusos en la casa, puede alcanzar con un estruendo cercano en el silencio de la noche. En fin, pueden ser múltiples las causas pero generalmente el denominador común es la edad avanzada del animal.
En los cachorros, cuando ocurre, es en los primeros días en que el cachorro vive en su nuevo hogar alejado de sus hermanitos de camada y su madre. Esta es una situación que siempre tiene un buen final pues en pocos días el cachorrito se habitúa a su nueva vida y a sus nuevos compañeros.
¿Cómo ayudar al perro que presenta miedo por las noches?
De todo lo antes dicho se desprende que la conducta fóbica en los animales domésticos de compañía es una conducta adquirida basada en una condición innata evolutiva necesaria para la supervivencia. Es fundamental que el propietario o tutor del animal comprenda que es imprescindible su participación en la resolución del problema.
Darse cuenta que el perro de uno ha envejecido es fundamental. Cambiar rutinas como por ejemplo dejar alguna luz prendida por la noche, conocer si su perro presenta posibles dolores articulares, detectar cual es el factor que le produce miedo son algunas de las cosas que se pueden hacer para intentar solucionar la conducta anómala.
En la práctica el objetivo del tratamiento de cualquier conducta fóbica es que el animal se habitúe al estímulo que le produce la reacción miedosa y pueda mantener una conducta calmada al estar en presencia del mismo.
Muchas veces en el tratamiento de los miedos en los animales domésticos de compañía es necesaria la utilización de psicofármacos, en especial drogas ansiolíticas y/o antifóbicas.
Tiempo y esfuerzo por parte del Médico Veterinario actuante y del responsable del animal son necesarios para la corrección de este tipo de alteración de la conducta animal.
Pues sin un tutor predispuesto y voluntarioso, ni un profesional capaz de soportar las presiones propias de los personas desesperadas en conseguir una cura rápida de su animal, es imposible corregir definitivamente esta dramática alteración de la conducta animal.
Cuando estas condiciones están dadas, el porcentaje de una resolución satisfactoria del caso es alto.